Cantabria rebosa de una riqueza en cuevas como pocas zonas en el Mundo, y la Cueva de Covalanas destaca entre todas ellas por varias razones.
Efectivamente, la Cueva de Covalanas es una de las diez joyas cántabras que forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y en las inmediaciones de la ilustre localidad de Ramales de la Victoria abre su boca el Monte Pando para llevarnos más de 20.000 atrás y a comprender la vida que llevaban los cántabros originarios.
La visita a la Cueva de Covalanas con niños es una parada imprescindible tanto si vienes de visita a Cantabria como si tus peques todavía no la conocen.
Es una suerte poder disfrutar de la riqueza de sus pinturas rupestres, que suponen una combinación de aventura y de experiencia didáctica que encantará a niños y padres. ¿Te apuntas?
¿Cómo llegar a la Cueva de Covalanas?
Para llegar a Covalanas hay que coger la carretera N-629 que une Colindres con Cereceda. Encontrarás esta carretera en la salida 173 (Limpias/Burgos/Logroño) de la autovía A-8 a medio camino entre Santander y Bilbao.

Una vez en la N-629 no tiene pérdida. Sigue 22 kilómetros por la N-629, que es una vía rápida que pasa por Limpias, Ampuero, Gibaja, Rasines y Ramales de la Victoria.
La salida hacia la Cueva de Covalanas se encuentra a 3,8 kilómetros de Ramales de la Victoria, cabeza de comarca, y está indicada con un cartel marrón a mano izquierda.

Una vez allí, verás que hay un pequeño aparcamiento y una mesa de picnic por si llegáis antes de tiempo. La dirección de Covalanas es Barrio el Mazo, 27, 39800 Ramales de la Victoria, Cantabria.
¡Aviso!
La Cueva de Covalanas se encuentra a unos 500 metros del aparcamiento, así que asegúrate de llegar con tiempo de sobra porque se tardan unos 10 minutos en subir por el sendero.
El enlace de Google te indica dónde está la cueva, pero no que los últimos 500 metros los tendréis que hacer andando ¡Cómo se les ocurrió a los trogloditas poner la cueva tan lejos del aparcamiento! 😉.
Así que es mejor que te guíes por este enlace de Google Maps para llegar a Covalanas y tener en cuenta el tiempo para aparcar y caminar.
Las coordenadas GPS para llegar a las Cuevas de Covalanas son : Latitud: 43.243638318 | Longitud: -3.45345570992 o Latitud N43°14’40.038» Longitud O3°27’10.843» en función del navegador que utilices.
Tras haber ascendido por este empinado sendero panorámico, habrás llegado al centro de visitantes, que está situada a unos 320 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que Covalanas sea la cueva más alta de España.
Desde su boca se tienen unas vistas panorámicas inigualables de un paisaje con relieves escarpados, destacando el Pico San Vicente, los valles de los rios Calera y Gándara, y parte de la Sierra de Hornijo.

Visitas guiadas a Covalanas
Tenemos la suerte de que el acceso a Covalanas está abierto al público durante todo el año. Dada la fragilidad de las pinturas rupestres, el número máximo de visitantes a la Cueva de Covalanas es de 8 personas en temporada baja y un aforo de 7 personas en temporada alta.
Es de agradecer que este régimen de visitas nos permita su conservación y que sigamos disfrutando de este maravilloso monumento natural.

Para hacer la reserva de las visitas guiadas a Covalanas hay que entrar en la página web de este enlace, en la que es facilísimo elegir el horario disponible. Necesitarás otros 15 minutos para validar la entrada en el Centro de Visitantes que hay junto a la cueva.
Te aviso que en verano las plazas están muy limitadas, dado que Covalanas es una de las cuevas más completas en Cantabria, porque puedes disfrutar de sus formaciones geológicas en la Galería de la Música y de la Galería de las Pinturas y sus emocionantes pinturas geométricas y una manada de ciervas que dan nombre a esta cueva, también conocida como La Cueva de las Ciervas Rojas, acompañadas por un uro y un caballo.
Nosotros tuvimos la suerte de que nuestro guía era un Profesor de Arqueología jubilado de la Comarca del Asón, y consiguió que los niños lo gozaran al adentrarse por esta sinuosa cavidad y que los mayores entendiéramos mejor lo que se esconde en cada uno de esos relieves.
En la visita a la Cueva de Covalanas con niños, el guía se desvive y les anima a participar. Les hace preguntas y les invita a que los niños también resuelvan sus dudas. La visita solo dura 45 minutos y a los niños se les hace muy amena.
Precio de Covalanas
Estas son las tarifas para hacer la visita a la Cueva de Covalanas:
NORMAL: 3€ (a partir de 13 años) REDUCIDA: 1,5€ (de 4 a 12 años, ambos inclusive) GRATUITA: de 0 a 3 años (ambos inclusive)
Régimen de visitas:
- La taquilla permanecerá abierta 10 minutos antes del inicio de la visita.
- La visita es guiada y tiene una duración de unos 45 minutos.
- Es recomendable hacer reserva previa con antelación, y está sujeto a disponibilidad por el reducido número de plazas al día.
- No se hacen reservas en el día. Aforo máximo por sesión: 8 personas en temporada baja y 7 el resto del año.
- La temperatura de Covalanas es de 15º todo el año. Se recomienda el uso de ropa de abrigo y calzado cómodo que no resbale.
- La visita se realizará con las linternas facilitadas por el guía.
- Por motivos de conservación está prohibido hacer fotos en el interior de la Cueva. Así que las fotos que publicamos están escaneadas del libro CUEVAS PREHISTÓRICAS DE CANTABRIA: Un patrimonio para la Humanidad, escrito por Daniel García Pimentel y Marcos García Díez con fotografías de Miguel Ángel de Arriba Cuadrado.
Podéis pedir más información en el número: 📲 +34 942 598 425 y reservar en su web: https://cuevas.culturadecantabria.com/reservas/ . Está muy bien explicada y funciona de maravilla.
Un par de trucos…
Para los que tenemos niños, hay una tarjeta multiacceso que tan solo cuesta 70€ por familia y que os va a permitir visitar todos estos centros:
Museos: Museo Marítimo del Cantábrico, Museo de Prehistoria y Arqueología, Museo Etnográfico, Casas del Águila y la Parra, Casona de Tudanca y Museo de la Naturaleza.
Monumentos: Palacio de Sobrellano y Capilla Panteón, Torre de Pero Niño y Torre del Infantado.
Cuevas: Cuevas del Monte Castillo, Hornos de la Peña, Chufín, Covalanas, Cullalvera y Pendo.
Centros de Interpretación: Julióbriga, Camesa y Villacantid.
La tarjeta multiacceso familiar se puede adquirir en cualquiera de los centros mencionados en el listado de arriba.
Te recomiendo muchísimo visitar Covalanas junto a la Cueva de Cullalvera, también en Ramales de la Victoria. Se puede reservar en la misma web y te recomiendan una diferencia de dos horas entre cada visita. Así también puedes dar una vuelta por Ramales y disfrutar de esta bella localidad.
Historia de la Cueva de Covalanas
Las pinturas de la Cueva de Covalanas fueron descubiertas por los paleontólogos Herminio Alcalde del Río y Lorenzo Sierra el 11 de septiembre de 1.903, tras haberles avisado el Padre Lorenzo Sierra de la presencia de pinturas en esta cavidad.
Se trata del segundo descubrimiento de arte rupestre paleolítico en España tras Altamira y antecede en sólo unas semanas a la de la cueva de El Castillo, que también debemos al propio Herminio Alcalde del Río.

POR ALFONSO MOURE ROMANILLO, MANUEL GONZALEZ MORALES y CÉSAR GONZALEZ SÁINZ
Lorenzo Sierra la denominó «Cueva de las Herramientas» por todos los materiales arqueológicos en el suelo de la entrada, atribuíbles al Paleolítico superior y a la Baja Edad Media en la que también se utilizó la cueva como refugio.
Debajo de Covalanas se encuentra la cueva de El Mirón, donde se han documentado ocupaciones humanas desde hace 45.000 años hasta el Medievo, siendo muy significativas las del Paleolitico superior. La Cueva de El Mirón no es visitable.
Es probable que algunas de las gentes que habitaron El Mirón fueran los autores de Covalanas, lo que explicaría una complementariedad entre ambas cuevas. Covalanas como santuario artístico-religioso y El Mirón como espacio habitacional y doméstico.

En los años 50 del siglo XX la cavidad se acondicionó para su visita turística. Durante estos trabajos, se vació de sedimentos la entrada de la cueva y el tramo final de la «Galería de las Pinturas», así como la totalidad de la «Galería de la Música».
Se hicieron también escaleras en la parte más profunda del sector decorado y un sistema de recogida de aguas en la entrada. Además, se cerró su entrada con un muro de piedra y una puerta.
Aunque no se disponen de datos exactos, se estima que las pinturas de Covalanas se hicieron hace unos 24.000 años, es decir, 7.000 años antes que los Bisontes de Altamira. Es un hallazgo importantísimo que nos demuestra que la actividad artística ya estaba descubierta.
La fuerza y expresividad del conjunto pintado de Covalanas hace que sea uno de los más importantes del arte paleolítico Cantábrico y Universal, como ha reconocido la UNESCO incorporándolo en 2008 a la Lista de Patrimonio Mundial junto a las también cántabras Altamira, El Castillo, Las Monedas, Las Chimeneas, La Pasiega, La Garma, El Pendo, Hornos de la Peña y Chufín.
Gracias a los estudios que se han realizado sobre la cueva, se ha podido establecer un régimen de visitas que ha mostrado ser adecuado a las condiciones de la cavidad, y que se siguen controlando para mantener esta joya del Paleolítico.
El recorrido por la Cueva de Covalanas
Una vez se entra en la Cueva de Covalanas y se atraviesa un abrigo de entrada, la cavidad se bifurca en dos galerías prácticamente paralelas:
- La conocida como la «Galería de la Música«, que es un corredor a mano izquierda de unos 40 metros con dos quiebros de unos 90° en su recorrido.
- La de la derecha, que es la «Galería de las Pinturas«, y tiene un desarrollo prácticamente recto de unos 100 metros, de los que su parte final es laberíntica y estrecha, llegando a transformarse en gateras y tubos.
Las modestas dimensiones de la cueva y sus formas sencillas crean un ambiente acogedor. No encontrarás grandes espacios subterráneos ni espectaculares formaciones cavernarias, sino estrechos pasillos y paredes y techos ondulantes cuyos relieves y sinuosidades fueron activamente aprovechados por los artistas paleoliticos.
La Galería de la Música tiene este nombre porque en ella se realizaron conciertos de la 33ª y 34ª ediciones del Festival Internacional de Santander (eran otros tiempos 🙄).
Salvo una línea que se trazó a 24 metros de la entrada, no hay representación artística en esta galería . Al final de la cueva hay varias formaciones calizas repartidas por el suelo, paredes y techo.
La práctica totalidad de las pinturas se encuentran en la Galería de las Pinturas, por la que se reparten las pinturas a un lado y a otro de su estrecho pasillo.

Si bien hay alguna mancha negra procedente del Medievo, casi la totalidad está constituido por un total de 188 motivos de pinturas rojas repartidas en los siguientes tipos: representaciones de animales, signos geométricos, puntuaciones aisladas o agrupadas y trazos lineales.
Entre todos estos motivos se han encontrado 23 representaciones de animales: 18 figuras de ciervas, que dan nombre a la Cueva de las Ciervas Rojas, un caballo (y otro dudoso), un ciervo, un uro y un animal de difícil interpretación (uro o posible híbrido uro-humano), que se suele denominar «híbrido».
La Cueva de Covalanas es un homenaje a los animales, quedando el ser humano en segundo plano. Se la considera una cueva de estilo intimista, dado que se piensa que todos los dibujos los realizó un solo artista.

Las figuras se hicieron mediante técnica pictórica, lo que nos demuestra que ya estaba descubierta la actividad artística. Utilizaron la impresión digital -o trazo punteado- para dibujar a los animales, en más de la mitad de los signos y en buena parte de las puntuaciones. Los trazos lineales se dibujaron con lapiceros de ocre.
Aparte de la impresión de admirar el legado que nos dejaron nuestros antepasados en Covalanas, lo que más me sorprendió fue cómo consiguen utilizar el soporte como elemento integrante de la representación, aprovechando los relieves naturales que dotan a la figuración de un matiz escultórico.

No solo consiguieron representar a los animales de la época, sino que les dotaron impresión de volumen al aprovechar las formas de la gruta. El color rojo (ocre Buciero) y los contornos punteados de Covalanas formaban parte del estilo de la época, que se distribuye por la región cantábrica, desde el río Nervión al Sella.
Esto podría ser porque existía un vínculo entre los humanos de la época, que se extendía más allá de la esfera artística y alcanzaba el ámbito social.
Este aprovechamiento de los relieves naturales de la roca dota a las imágenes de viveza y realismo por su sentido escultórico, que viene acrecentada por la cadencia de estas composiciones a lo largo de la cueva y por la comunicación entre ellas.

El guía nos mostró con su linterna el efecto que hacían las lámparas de tuétano sobre estos relieves, dando vida a los animales como si se tratara de dibujos animados o de un cómic, lo que explica que alguna de las figuras no parezca estar terminada, cuando lo que ocurre es que el artista le quiso dar una sensación de movimiento.
Los 45 minutos de la visita se nos hicieron cortos a mayores y pequeños, dado que en Covalanas, como en muy pocas otras cuevas, se consigue entrar en contacto íntimo con la expresión simbólica de nuestros primeros ancestros.
Como ya te he comentado, hay una entrada doble que se combina con la visita a la Cueva de Cullalvera, en el mismo Ramales de la Victoria. Aunque en Cullalvera no es posible disfrutar de las manifestaciones artísticas de la prehistoria, su espectacularidad natural y la leyenda de la pastora, hacen que sea un plan que no te puedes perder en Ramales de la Victoria.
Otro de los planes favoritos de Cantabria con niños es la visita a la Cueva del Valle o del Mamut en Rasines, muy cerquita.
Y si lo que te apetece es hacer una ruta fácil para niños, también en Ramales tienes este sendero accesible para toda la familia.
¿Qué te ha parecido la visita a la Cueva de Covalanas? Deja tus comentarios en la sección del final. Nos ayudan muchíiiiisimo a mejorar.
Como siempre perfecto todo.Como ramaliego recomendaria que el acceso hasta la cueva se haria andando desde ramales por una senda preciosa de unos 2 km hasta el aparcamiento aprox. De esta manera los niños dosfrutarian doblemente la visita ya que elrecorrido es espectacular y viniendo con tiempo es mas que recomendable y de esta manera visitar ambas cuevas andando.
Graciascomo siempre por vuestras rutas,sois geniales.
Gracias a ti Rubén. No sabíamos lo del sendero desde Ramales. ¿Desde dónde sale?